La Pandemia, El COVID y el mundo microscópico de Claudio Galleguillos, Clamton.

Clamton, "Qumz", Historias, Planetas, Cerebros y Átomos (Santiago, Trauko-Fantasía, 1990)
 

Recientemente, en julio del 2020, falleció Toño Arroyo, quien fuera uno de los fundadores junto a Pedro Bueno y otros, de la revista Trauko, baluarte del cómic underground de los 80. 

Español de nacimiento, llega el año 86 a Chile, y se propone publicar una revista de cómic, teniendo como referentes las publicaciones españolas de la época, como era por ejemplo la revista El Víbora y Tótem.

Trauko dio espacio entre el año 1988 y 1991, a una generación de artistas gráficos notables, como por ejemplo Marcela Trujillo, Maliki;  Mauricio Salfate,Yo-yo; Claudio Romero, Karto; Juan Vásquez; Martín Ramírez y su inolvidable personaje Checho López; Lautaro Parra, Vicente Plaza, Vicho; Felipe Silva, Felva; y Miguel Hiza, entre otros.


Portada Revista Trauko Nº1, con dibujo de Miguel Hiza (abril 1988)


De todos estos dibujantes, hay uno que recuerdo especialmente, por lo bizarro de sus dibujos y sus historias, y que se vino a mi cabeza a raíz de la muerte de Arroyo, pero también por lo de la Pandemia, los virus y los mundos microscópicos. Este dibujante es Clamton.

CLAMTON es Claudio Galleguillos, nacido en la Serena el año 1968, y muerto prematuramente el 6 de enero de 1994, a la edad de 25 años.

Fotomontaje de Clamton sobre página del cómic El Farista. (fuente: https://www.facebook.com/38421480763/photos/a.10150907734805764/10150907734835764)


Pasó por la Escuela de Artes de la Universidad de Chile, en donde siguió la mención grabado durante dos años, abandonando posteriormente los estudios. Compañero de esa época universitaria fue Coco Gonzalez, quien así lo recuerda: con Clampton fuimos bien amigos en el corto período que pasó por la Chile, venía de dar el examen en la UCV en arquitectura y no lo habían dejado , pues ya tenía un dibujo muy personal y en la Católica siempre te quieren moldear a su parecer, así que llegó a arte, allí también tuvo problemas con las personas del taller de grabado, que no comprendían el alucinante mundo que Claudio proponía. Recuerdo su departamento en la calle monjitas al frente del portal Alessandri en el año 1989, el lanzamiento de su bello libro, que he tenido dos veces y he prestado dos veces y no ha regresado, pero bueno cosas de los libros. Este lanzamiento fue en el CESOC de calle Esmeralda y fue un evento muy entretenido, como muchos de esa época, Clampton era un ser apasionado y mega sensible al que la noche y la energía santiaguina le pasaron la cuenta, entre sus idas y vueltas a su Rancagua natal pasaron varios años en que se fue lentamente alejando, apagando, solo mantuvimos correspondencia, él me mandaba unas bellas y largas cartas mitad dibujo, mitad escritura, las presté para una expo y alguien las quiso más que yo, han pasado muchos años y el recuerdo de este ser delgado de contextura, pero inmenso, de energía increíble…”.

Clamton con Coco Gonzalez Loshe, en la Escuela de Arte de Las Encinas, U. de Chile, año 1989 (foto Hugo Pineda. Fuente: https://www.facebook.com/photo?fbid=540544626044379&set=gm.258402171003837)

Colaborador de las publicaciones Bandido, Matucana y Trauko, representantes durante los años 80 del Cómic Underground que se producía en ese momento en Santiago. 
(Especial mención hago a la revista Beso Negro, un fanzine impreso en papel roneo, del que recuerdo especialmente un número en el que venía de regalo un “condón walala” de plástico, con un patrón de burros impresos).

Justamente en la Editorial Trauko-Fantasía es en la que se publica la que se considera quizás la primera Novela Gráfica publicada en Chile: Historias, Planetas, cerebros y átomos (Santiago, Trauko-Fantasía, 1990). 

Portada libro Historias, Planetas, Cerebros y Átomos (Santiago, Trauko-Fantasía, 1990)


En un vídeo colgado en una página de Facebook que lleva su nombre, aparece presentando el libro, junto a Arroyo. Es de los pocos documentos visuales en el que se lo puede ver y escuchar. En sus breves palabras, invita a los lectores a leer su libro sin prejuicios, como si fueran niños:

“Bueno, yo les juro que no tengo muchas cosas que decir, pero en realidad tengo muchas cosas que decir, pero no las voy a decir ahora porque sería muy latoso decirlas, pero me gustaría que ustedes ahora que están aquí sentados, vieran las cosas que he hecho, y por favor sean un poco como niños que están viéndolas, están viendo esto por primera vez…no como si fueran seres de este planeta y están viendo todo por primera vez y súper amodorrados o acartonados, de acuerdo a lo que nos requiere la condición social, al estar en un medio, en una sociedad. Quisiera que se olvidaran de eso un poco y estuvieran muy de acuerdo en que son niños ahora, nos son adultos, no son adolescentes, y están viendo algo que es nuevo para ustedes, y que no los entienden, y me gustaría mucho ahora que lo entendieran".

Aquí se pueden leer dos de las historias de este libro, que se ha convertido en un objeto de culto entre los aficionados al cómic: La Escritura de las Flores y Qumz.


Clamton, La Escritura de las Flores (Historias, Planetas, Cerebros y Átomos, Trauko-Fantasía, 1990)



Clamton, Qumz (Historias, Planetas, Cerebros y Átomos, Trauko-Fantasía, 1990)



Aquí se puede leer la historia "El Farista".

Clamton, El Farista (Historias, Planetas, Cerebros y Átomos, Trauko-Fantasía, 1990)


Aparece también en este documental de Rodrigo Araya Tacussis sobre la revista Trauko, en el que además hablan una serie de dibujantes y guionista de esta época. Hay toda una sección del documental dedicada a él, en la que Carolina Benavente muestra una grabación en un cassette, una “carta sónica” como él la llama, dirigida a ella: 

…¿cómo es posible que a los 22 años sienta que el mundo ya no tiene nada nuevo para mostrarme? Que he hablado y conocido a tanta gente, que mi mente ya no percibe personas que conversan conmigo. Existen tantos tipos y sin embargo me parece conocer el 99,999% de todos ellos; el 0,0001% restante son las personas especiales y excepcionales. 
Me siento racista neurológico, donde quiero amigos, quiero encontrar un interlocutor válido, alguien que esté… medio loco, que se crea dios o mago, cultismo y con una inteligencia que se mueva sólo en el interior de la poesía y en el exterior del mundo, que tenga la intención mágica de comprender el universo, no al modo de los patéticos científicos practicando refinadas matemáticas, apuntando hacia las estrellas con un rollo de papel limpiaculos. 
A veces vienen almas tímidas a visitarme, a mí, en mi cuarto cuando escribo como ahora, hace un momento. Y yo era una enorme manta blanca con la mirada en el papel, de reojo y volteo a mirarla, y desaparece. ¿Porqué te vas alma tímida? ¿No ves que somos como dos ciegos que silenciosos de pronto se tocan y se asustan el uno del otro? ¿Por qué te vas alma tímida? ¿No ves que soy uno igual a ti?....

Es justamente Carolina Benavente quien escribe este interesante artículo en la revista Escáner Cultural: "Una Isla en el Mar de la Nada: Clamton. el Cómic y el pensar Vegetal" (2011), en el que recorre las referencias del artista, la mezcla entre escritura y visualidad, dando cuenta de algunas de las extensas e ilustradas cartas que Clamton enviaba a sus amigos.


Carta de Clamton a Carolina Benavente (fuente: https://revista.escaner.cl/node/5099)


Lo que me queda claro después de revisar de manera mas o menos somera la información disponible en las redes sobre Clamton, es que hay un mundo aquí que investigar y descubrir, una riqueza gráfica y narrativa a ser redescubierta e investigada. Se trata de un artista excepcional, un personaje raro al que le tocó vivir en un momento complejo. No hay duda que su producción gráfica es de una altísima originalidad, y escuchando sus cartas sónicas, no me queda ninguna duda que su narrativa era también de una originalidad sorprendente. Quedé con ganas de seguir explorando, descubriendo, recopilando y difundiendo el escaso material que dejó disperso en su breve paso por este mundo. Es una mina de oro.


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